miércoles, 15 de junio de 2011

Desconocidos.

Esa persona que conoces desde pequeño. Esa que crees conocer mejor que nadie, y de repente se vuelve en un completo desconocido.

Aquella persona que antes daba todo por ti, ahora no se molesta ni en saludarte.

Tu amor secreto, confidente, compañero de travesuras, Tu mejor amigo.

Que un día, solo dejó de hablarte. Porque si, porque así lo quiso.

Tu, muy cobarde como para preguntarle porque... Tu solo sigues su estúpido juego, que los lleva, después de un tiempo, a no ser mas que simples desconocidos.



Ella era pequeña, inocente.

No entendía. Pero no quería entender.

Él, su mejor amigo, dejó de hablarle. Ya no la saludaba. Cuando la veía, bajaba su mirada, intentando ocular el sonrojo de sus mejillas, y esos sentimientos que quería reprimir.

Él tampoco sabia que pasaba [Si, lo sabia... Pero se negaba a aceptarlo]. Pero ella ya no era su amiga.

No, ella era algo mas.

Estaba creciendo, era unos años mayor que ella, y aunque la diferencia no era mucha, él comenzaba a entender que era amor, pero huyó, dejándola sin razones aparentes.
Solo.. Dejándola.

Como muchos veces hacemos, él huyó al amor; en vez de intentarlo, prefirió la distancia.

Y así, se perdió una amistad. Y una historia de amor, que prometía ser linda, pero no lo fue; de hecho, nunca empezó.

No hay comentarios: